Jesucristo : sanador de mi persona /
Tomas Forrest [y otro].
- Buenos Aires : Lumen, 1993.
- 134 p. ; 21 x 14 cm.
- Renovación carismática .
Hay quienes aseguran que en lo esencial es la salud interior y que la exterior no importe tanto, despreciando así el cuerpo humano. Otros se limitan a a buscar el bienestar físico, desatendiendo la salud de su mente, de sus recuerdos, de sus apetitos y de sus relaciones con los demás. Dios creó al ser humano para una íntima comunión con Él, capaz de relacionarse adecuadamente con los demás hombres y en perfecta armonía consigo mismo. En estas tres esferas es donde el hombre está llamado a vivir en plenitud de salud. Jesús vino a traer vida en abundancia. No buscaba enfermedades sino enfermos, ya que le interesaba la persona completa y no solo una parte o un aspecto de ella. Esta salud consiste en: - Restaurar la unidad del ser humano. - Rehacer la adecuada relación con los demás. - Vivir en profunda comunión con Dios. En este tríptico estriba la sanación total: abarca cuerpo, alma y espíritu. Implica tanto el interior como el exterior del hombre.
9507242570
U14218 D. Ana Rita, Carlos, Rubén Pagura Alegría General Ej.:1 Impreso
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