La lucha por la liberación nos obliga a no descuidar ningún sector del pueblo explotado.
Los Trabajadores del Hogar constituimos un significativo número de hombres y mujeres, en mayoría jóvenes, que por las condiciones de vida, de trabajo, por la extracción de clase, etc., vivimos en una marginación no sólo económica sino política y social.
Una auténtica liberación del pueblo no puede postergar la tarea de incorporar creadoramente estos sectores en la construcción de la revolución.
La acción militante comprometida, incide no sólo en la toma de conciencia de la situación de explotación del trabajador del hogar sino en su misión, en el papel que debemos jugar junto al proletariado y con los demás sectores marginados en la lucha por la liberación.
"Llamados a Ser Libres" nos está recordando la realidad de que Cristo es quien nos ha liberado y la exigencia de lucha y de conquista que nos plantea nuestra vocación a la libertad.
Nosotros estamos llamados en Cristo a ser plenamente libres y esta realidad no es solo espiritual, íntima, es un llamado a ser libres en un mundo justo, en una sociedad que no discrimine a nadie, en la que no haya quienes vivamos como esclavos obligados a vender nuestra fuerza de trabajo a unos pocos que tienen todo.