La obra de Creus fue y seguirá siendo una de las expresiones más genuinas de la dogmática penal latinoamericana. Es de destacar la impecable sistemática que se emplea al abordar cada delito, sumada a la claridad conceptual con el tamiz que uno adquiere a través de los años en el ejercicio de la magistratura.
Si bien se sigue la estructura del Código Penal, se estudian figuras que ya no están en él o que aún el legislador no ha previsto expresamente en su texto.
Una obra práctica por las soluciones que ofrece al profesional del derecho frente a los interrogantes que se presentan ante la aplicación de las previsiones legales.