Licenciado en nutrición.
Universidad del Centro Educativo Latinoamericano. Facultad de Química.
El acto de comer se encuentra influenciado por razones fisiológicas, sociales, contextuales, pero son los factores emocionales (enojo, ansiedad, aburrimiento, tristeza) y el estrés, los que generan descontroles y alteran la cantidad de alimentos que se ingieren (Katz M, 2013).
Entre los diversos cuadros asociados a la ingesta por estrés y emociones, se destacan el síndrome de comedor nocturno, trastorno caracterizado por el consumo de grandes cantidades de comida por la noche, y el síndrome por atracón, donde se presentan episodios de descontrol alimentario durante períodos cortos de tiempo. Pueden disparar estos síndromes estados depresivos, cambios abruptos en la vida como la pérdida de un ser querido, retiro de sustancias adictivas, entre otros (Katz M, 2013).
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