Los motivos de la crítica de la Ilustración que Hegel hace justamente con argumentos teológicos, así como su intento de integrar la teología en el proceso de la Ilustración, adquirirán su transparencia sólo tras un análisis de su relación llegada la fase posnominalisita. La primera parte del trabajo trata de seguir este camino con textos precisos que frecuentemente constituyen puntos extremos del problema, no su explicación material. Su carácter representativo se encuentra más bien en la excepción que en la regla. No es posible tratar aquí de ponerse apologéticamente del lado de los unos o de los otros; lo prohíbe justamente la inculpación recíproca de teología e Ilustración que se estableció en la corriente de su mediación con la realidad social.

Si el pensamiento no ha de entregarse al dudoso negocio de reinterpretar los fenómenos de regresión de la realidad social en un sentido dado, al pensamiento filosófico no le quedará más que realizar una especia de movimiento de resistencia contra la tendencia (exigida por el dictado de acomodación de la sociedad) de poner a la razón misma como argumento de su parálisis.

I. La restitución de la metafísica teológica en la ilustración p. 13 -- II. Ilustración e historia complejidades como hilo conductor p. 53 -- III. Recepción filosófica del liberalismo p. 145.