José Míguez Bonino nos inspiró y enseñó con su ejemplo -desde temprano en los años sesenta- que el imperativo categórico del pueblo de Dios en América Latina y el resto del mundo es hacer nuestra teología. Es decir, reflexionar sobre y desde nuestra praxis de cada día y en el contexto donde Dios nos coloca para que nuestra fe se haga vida creciendo en eficacia. Desde entonces, la producción escrita de Míguez Bonino ha sido impresionante en cantidad y calidad. Como bien apuntan los Roldán, siempre respondiendo a realidades contextuales a enfrentar desde la fe. José nos desafió continuamente desde la página impresa, el aula y el diálogo a gestar teología criolla, no prestada, plagiada o repetitiva. Una teología que al surgir va completando el carácter universal y diverso, mosaico multicolor del cuerpo de Cristo.

El planteo del autor consiste en indagar cómo podemos detectar la presencia del Reino no sólo en la Iglesia -como es el enfoque de René Padilla en su ponencia- sino en la historia como escenario del despliegue de la acción de Dios.

El segundo eje de la teología de José Míguez Bonino es la Trinidad como criterio hermenéutico. En fértil diálogo con otros teólogos latinoamericanos como Juan Luis Segundo y Leonardo Boff, plantea que la Trinidad debe ser el criterio para la elaboración de una teología latinoamericana.

1. La teología de José Míguez Bonino por Alberto F. Roldán. 1.1. Introducción 1.2 Aspectos biográficos 1.3 Ejes centrales de su teología 1.3.1 El Reino de Dios como paradigma central 1.3.2 La Trinidad como criterio hermenéutico 1.3.4 La Iglesia: unidad para la misión 1.3.5 Hacia una ética política cristiana 1.4 Una teología encarnada -- 2. El problema de la interioridad y la exterioridad en la teología de José Míguez Bonino por David A. Roldán 2.1 Introducción 2.2 En y hacia el historicismo 2.3 Las opciones metodológicas como problema 2.4 Caracterización y crítica del cristianismo burgués de la interioridad 2.5 Excursus: Míguez Bonino en relación a Juan Luis Segundo 2.6 Entrevista a José Míguez Bonino.