Item type | Location | Call number | Copy | Status | Notes | Date due |
---|---|---|---|---|---|---|
![]() |
Biblioteca Thomas Wood. Estantería general | 530.145 P45 (Browse shelf) | Ej.:1 | Available | Préstamo por 3 días. No renovable. |
Incluye : lecturas recomendadas p. 163.
Max Planck ha sido a menudo caracterizado como un revolucionario a su pesar. En 1900 postuló la idea de que la energía no se emite de forma continua sino por medio de "paquetes" o cuantos. A la estela de esta hipótesis radical se gestó la mecánica cuántica; la teoría que, junto con la relatividad, sustenta la visión moderna del universo. La mecánica cuántica dirige su mirada al terreno de lo microscópico y algunos de sus postulados son tan asombrosos que el propio Planck confesó a menudo sentirse superado por las consecuencias de sus hallazgos.
Max Planck era, a principios del siglo XX, uno de los físicos con mayor prestigio en Europa. Fueron notables sus contribuciones a la termodinámica, rama de la física que dominaba como nadie. Impulsó y contribuyó al desarrollo de la teoría de la relatividad. Y, como fruto colateral de su trabajo sobre el cuerpo negro, legó a la física dos constantes universales, además de las ya conocidas. Con ellas construyó un sistema de unidades de masa, distancia, tiempo y temperatura, hoy conocidos como Escalas de Planck, independiente de cualquier convención humana.
La física cuántica cambió nuestra concepción del mundo natural. También ha dado lugar a numerosas innovaciones tecnológicas que han conformado la civilización actual. Pero por cada descubrimiento que realizamos surgen decenas de nuevas preguntas. Max Planck sentía en su interior esa acuciante necesidad de comprensión del mundo y sus fenómenos que lleva a los hombres de ciencia a trabajar incansablemente. La búsqueda de la Verdad con mayúsculas, de lo Absoluto, fue una guía constante en su azarosa vida.
ISI
ITA
Click on an image to view it in the image viewer
There are no comments for this item.