El Estado asoma cada vez más debilitado por el síndrome de la "globalización". Se ceden más y más espacios del relativamente escaso poder estatal a favor de poderes transnacionales, que no son sujetos de control democrático alguno. Sin embargo, no es posible aceptar que la propia función del Estado esté perdiendo sentido. Por el contrario, asistimos a una transformación de su papel. Para los neoliberales, el Estado, en tanto causa de (casi) todos los problemas, debe asumir tareas mínimas y subsidiarias. Mientras que una interpretación reñida con esta ideología dominante nos invita a dejar de ver al Estado únicamente como problema. Es hora de enfocarlo como solución, tal como se propone en este sugerente y polémico libro.

Estado: entre las críticas y sus críticos.

Hacia una reconstrucción democrática del Estado.

Algunas reflexiones para un desarrollo alternativo.

Lic. Economía