Cuando todo cambia a una velocidad cataclísmica, cuando se están transformando las condiciones físicas y biológicas de la existencia humana, ¿qué significa hablar del nombre de Jesús? Leslie Newbigin da una respuesta que sorprenderá a los cristianos que se han habituado a considerar a Cristo como alguien que les pertenece e incluso a fijar las normas para regir sus relaciones con Él: hablar de Cristo significa hablar de Uno que es libre, que tiene vida, que es soberano y y cuyas manos están todas de cosas. Uno que no puede ser domesticado en ninguna de nuestras formas de cristianismo ni en ninguno de nuestros patrones de piedad. Él es el Señor Resucitado. No es simplemente un hombre del pasado. Es nuestro viviente contemporáneo. Aquel que nos señala el futuro que ha preparado para el género humano.