Autorizada por sus autoras.

Licenciado en nutrición.

Universidad del Centro Educativo Latinoamericano. Facultad de Química.

La nutrición adecuada durante la infancia y niñez temprana es fundamental para el
desarrollo del potencial humano completo de cada niño (Martorell y col.,1994; OMS, 2009).
Es bien reconocido que el periodo entre el nacimiento y los dos años de edad es una
ventana de tiempo crítica para la promoción del crecimiento, la salud y el desarrollo óptimo
(Marenzi MS, 2020). Esto se debe a que es un período de máxima plasticidad en la
programación inicial, en el que los factores ambientales pueden tener una influencia
significativa en la salud futura. Motivo por el cual es a su vez un período crítico para el
desarrollo de la obesidad infantil (Ferriz Mas y col.,2020).
Después que un niño alcanza los dos años de edad, es muy difícil revertir la
alteración de crecimiento ocurrida anteriormente (Martorell y col.,1994). A largo plazo, la
malnutrición por exceso en la infancia se asocia a una mayor probabilidad de obesidad,
muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Además de estos mayores riesgos a
futuro, los niños obesos sufren dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e
hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares,
resistencia a la insulina y efectos psicológicos (OMS, 2021a).

La leche materna es el alimento más completo para el lactante y debería ser
consumido desde el nacimiento hasta los dos años de vida. En múltiples estudios la
lactancia materna se ha descrito como factor protector contra la malnutrición por exceso
infantil.
Durante los primeros 6 meses de vida la leche materna satisface todas las
necesidades nutricionales del infante, luego es necesaria la introducción de una
alimentación complementaria. Momento en el cual es importante no desplazarla ofreciendo
bebidas azucaradas, las cuales deben evitarse, ya que son altas en azúcar y calorías, pero
pobres en nutrientes, y su consumo se asocia a un aumento de varios problemas de salud
como la malnutrición por exceso. Además, el consumo de este tipo de bebidas podría
condicionar sus preferencias futuras, creando hábitos alimentarios inadecuados.