Autorizada por sus autoras.

Licenciado en nutrición.

Universidad del Centro Educativo Latinoamericano. Facultad de Química.

Los resultados de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud 2 (ENNYS 2)
demuestran que los niños y niñas presentan un patrón alimentario significativamente
menos saludable en comparación con los adultos, lo que contribuye al creciente problema
de la obesidad infantil, influenciado por el marketing dirigido a los niños, los entornos
escolares obesogénicos y el entorno familiar, ya que la conducta alimentaria está
determinada en gran parte por las prácticas alimentarias de los padres.
En este contexto, la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable (PAS), No
27.642, aprobada en octubre de 2021 en Argentina, busca garantizar el derecho a una
alimentación saludable, advertir sobre excesos de nutrientes en alimentos y prevenir
enfermedades crónicas, especialmente en niños y adolescentes, quienes son los más
afectados por el consumo de productos ultraprocesados. Establece que los alimentos
envasados deben mostrar sellos de advertencia si superan los límites establecidos de
nutrientes críticos, además prohíbe la publicidad de estos productos, así como su
comercialización en entornos escolares. Esto se complementa con un marco regulatorio
que fomenta una alimentación más saludable y protege a los consumidores, facilitando
decisiones informadas sobre su alimentación.
El presente estudio tuvo como objetivo evaluar el conocimiento sobre la Ley PAS y
su influencia en las decisiones alimentarias de adultos responsables de los niños y niñas
que concurren a la sala de 5 del colegio Stella Maris, además de conocer el grado de
conformidad con dicha norma. Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal con
una muestra de 41 adultos responsables de niños de sala de 5 del colegio Stella Maris, con
una mayoría de mujeres (90,2%). La edad media fue de 39 ± 5 años, con un rango de 19
a 50 años.

Una nutrición adecuada permite que los niños y niñas sobrevivan, crezcan, se
desarrollen, aprendan, jueguen, participen y puedan desplegar plenamente su potencial
(Ministerio de Salud, 2020).
En nuestro país coexisten diferentes tipos de malnutrición: la desnutrición, el retraso
de crecimiento, la obesidad y la malnutrición por déficit de nutrientes específicos. La
desnutrición crónica, es un cuadro de prevalencia creciente en los niños de nuestro país a
edades cada vez más tempranas, como lo es también el sobrepeso y la obesidad
(Ministerio de Salud, 2022).
En la actualidad, y como consecuencia de numerosos cambios sociales, culturales
y económicos, como por ejemplo los cambios en los modelos de producción de alimentos,
su disponibilidad, asequibilidad, comercialización y marketing, entre otros, los niños y niñas
crecen y se desarrollan en entornos obesogénicos. Un entorno obesogénico es aquel que
fomenta el consumo excesivo de energía y nutrientes críticos como azúcares, grasas y
sodio, características que tienen gran parte de los productos ultraprocesados. En la 2°
Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2), se evidenció que los niños y niñas
consumen un 40% más de bebidas azucaradas, el doble de productos de pastelería o
productos de copetín y el triple de golosinas respecto de los adultos (Ministerio de Salud y
Desarrollo Social, 2019).
El sobrepeso y la obesidad son enfermedades no transmisibles (ENT), es decir,
enfermedades crónicas no infecciosas que progresan lentamente durante largos períodos
de tiempo. Estos trastornos son en gran parte prevenibles y comparten factores de riesgo,
determinantes básicos y oportunidades de intervención. La nutrición temprana, uno de los
determinantes más importantes del desarrollo y de la función de órganos y sistemas, es un
factor importante para la prevención de las ENT y la mejora de la salud futura. La obesidad
supone un factor metabólico de riesgo para el desarrollo de otras ENT. Se asocia desde la
infancia con un mayor riesgo de alteraciones como el síndrome metabólico, la resistencia
a la insulina, la hipertensión arterial, problemas musculoesqueléticos, alteraciones del
sueño y la diabetes de tipo 2, entre otras. La obesidad infantil es un importante problema
de salud pública a nivel mundial (Moreno-Villares y col., 2021).