Autorizada por sus autores.
Universidad del Centro Educativo Latinoamericano.
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
En la actualidad vemos que se están atravesando profundas crisis económicas,
sociales y ambientales, a la vez que está muy arraigada la percepción de que el
éxito de las empresas es directamente proporcional al daño que generan en el
mundo.
Las empresas y la economía en general se están viendo obligadas a redefinir sus
prácticas y propósitos, dado que en el corto plazo será insostenible continuar bajo
la concepción del capitalismo tradicional, donde el objetivo es únicamente
maximizar los beneficios con una visión muy estrecha de las problemáticas sociales
y ambientales.
Históricamente la única manera de involucrarse en estas cuestiones por parte de
las empresas fue a través de la filantropía y en otros casos con mayor preocupación
la Responsabilidad Social Empresaria.
Tal como mencionan Porter y Krumer (2011), afortunadamente están comenzando
a aparecer organizaciones hibridas, desdibujando los límites entre organizaciones
con y sin fines de lucro, que dedican su actividad a buscar la rentabilidad mientras
ofrecen soluciones a las necesidades existentes.
1
Las mismas son conocidas como “sociedades de beneficio e interés colectivo”.
Dentro de estas organizaciones, encontramos las denominadas Empresas B,
concepto que desarrollaremos más adelante en nuestra investigación, que ponen
en el centro de la escena la cuestión social y ambiental adaptando sus procesos
para hacerlo parte de su cotidianeidad, junto a la búsqueda de la rentabilidad.
Click on an image to view it in the image viewer
There are no comments for this item.