Autorizada por sus autoras.

Licenciado en nutrición.

Universidad del Centro Educativo Latinoamericano. Facultad de Química.

Durante las últimas décadas existieron cambios significativos en los métodos de procesamiento de alimentos a nivel mundial. En tiempos pasados, el procesamiento de alimentos se llevaba a cabo principalmente en los hogares y empleaba tecnologías relativamente sencillas, con algún grado de procesamiento artesanal en el ámbito local. Sin embargo, hace un tiempo gran parte de los alimentos consumidos por la población se procesan industrialmente mediante tecnologías altamente complejas, en instalaciones especializadas que manejan grandes volúmenes de producción y que suelen estar lejos de los contextos locales (González-Castell y col., 2007). Debido a este modelo de producción alimentaria, se identificó una transformación significativa en las tendencias de consumo alimentario en Argentina durante las últimas dos décadas. Este cambio evidenció un incremento en la ingesta de bebidas y PU perjudiciales para la salud y un descenso en el consumo de los grupos de alimentos recomendados que mejoran la salud y bienestar de la población. La transformación en los patrones alimentarios es el resultado de diversas consecuencias sociales, económicas, ambientales y demográficas, que influyen en los hábitos alimentarios de la población, tales como los modelos de producción de alimentos, su disponibilidad, accesibilidad, formas de comercialización y publicidad (Stanley y col., 2019; Zapata y Rovirosa, 2021). Los hallazgos muestran que los alimentos y bebidas que experimentaron un aumento de su consumo en Argentina en los últimos años son aquellos que reciben una mayor publicidad. La comercialización y promoción de estos productos alimenticios se identificaron como factores determinantes en el consumo de productos de baja calidad nutricional (Stanley y col., 2019).

Los productos ultraprocesados (PU) son formulaciones industriales que contienen cinco o más ingredientes, incluyendo aditivos y sustancias no comunes en la cocina tradicional, como colorantes y edulcorantes artificiales. Estos productos impactan en las tendencias alimentarias de Argentina, donde su consumo va en aumento, mientras que la ingesta de alimentos frescos y saludables fue disminuyendo. En paralelo, más personas en la actualidad adoptan una alimentación basada en plantas (ABPs), priorizando alimentos de origen vegetal y reduciendo el consumo de productos de origen animal. Sin embargo, seguir una ABPs no siempre garantiza una dieta saludable, ya que factores como la disponibilidad, la conveniencia y los gustos personales también pueden llevar a un mayor consumo de PU. El presente estudio evaluó el consumo de PU y los motivos de elección en adultos que siguen una ABPs en la región centro de Argentina.