Autorizada por sus autoras.

Licenciado en nutrición.

Universidad del Centro Educativo Latinoamericano. Facultad de Química.

El derecho a la alimentación está reconocido en la Declaración Universal de
Derechos Humanos de 1948 como parte del derecho a un nivel de vida adecuado y está
consagrado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de
1966. Lo amparan, asimismo, tratados regionales y constituciones nacionales, además, de
que ha sido reconocido en varias convenciones internacionales. El mismo postula que
todos los seres humanos, independientemente de su raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de otro orden, origen nacional o social, posesiones, nacimiento u otra
condición, tienen derecho a una alimentación adecuada y vivir libres del hambre (ACNUDH,
2010).
En estrecha relación con el enfoque de derecho se articula el concepto técnico de
seguridad alimentaria nutricional (SAN). Existe seguridad alimentaria cuando todas las
personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos
inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en
cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana (FAO, 1996).

Una buena alimentación permite que los niños, niñas y adolescentes crezcan y se
desarrollen plenamente en todas las etapas de sus vidas, por ello es muy importante que
desde pequeños reciban alimentos que les proporcionen todo lo que su cuerpo necesita
para gozar de una buena salud. Los comedores comunitarios surgieron principalmente en
los períodos de agudización del deterioro de las condiciones de vida en las crisis de 1989
y 2001 con el fin de brindar asistencia alimentaria gratuita a personas en situación de
vulnerabilidad social. Si bien originalmente muchos de los comedores comunitarios habían
sido concebidos como estrategias temporarias o provisorias, los mismos han persistido y
se afianzaron en tanto nuevas formas de asociatividad en los barrios marginados.
El objetivo de esta tesis fue conocer las percepciones de un grupo de voluntarios
acerca de los obstáculos y desafíos en relación con la alimentación infantil en un comedor
comunitario en Corral de Bustos, Córdoba. Este estudio se realizó desde un enfoque
cualitativo y se utilizó la entrevista semiestructurada como instrumento de recolección de
datos. El criterio para definir la cantidad de entrevistas fue el punto de saturación, se
realizaron 10 entrevistas.
A partir de los resultados obtenidos se puede definir que el comedor enfrenta una
serie de obstáculos significativos en relación con la alimentación infantil. Los voluntarios
mencionan que la discontinuidad en las donaciones y la falta de fondos que impiden ofrecer
un almuerzo diario. El comedor no se encuentra subvencionado por el Estado. El almuerzo
se brinda una vez por semana. Además los voluntarios plantean como obstáculo la
imposibilidad de incluir más variedad de alimentos tanto en el almuerzo como en la
merienda y la falta de personas dispuestas a participar en el comedor lo cual dificulta la
formación de un equipo de trabajo cohesionado.